Alas del mismo pájaro: Liderazgo y tasa de rechazo

José Núñez.- Liderazgo, entre muchas de las definiciones que encontramos está la que dice, “es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo u organización”.

 

Mientras que en el caso de la Tasa de Rechazo, la cual posee diferentes formas o técnicas de hacerlas, aunque aquí vamos a definir una de las más recurridas, que es la que se hace a través de la intención del voto confesado, asumiendo que, aquel que no votaría por ti en ningún escenario, es porque te “rechaza”.

 

Pero hay que tener muy pendiente en cuanto la Tasa de Rechazo, que algunos especialistas la ven parecida al viento que hace danzar a una vela antojadizamente, es decir, en la dirección que le parezca y hasta que le convenga, en otras palabras, no es para nada estática.

 

Con relación a estas dos alas de un mismo pájaro; el liderazgo y la tasa de rechazo, además de andar casi siempre por los mismos caminos, ya que generalmente cuando una se afianza o crece la otra la persigue, aunque obviamente no proporcionalmente, son asuntos sociales y coyunturales, también poseen la característica común de no ser fija en su posicionamiento.

 

La figura del líder con tasa de rechazo, se afianza en nuestro país a partir del año 1861 con el señor Pedro Santana y la anexión a España. Continúan los liderazgos incrementándose en influencia y cantidad conjuntamente con el aumento de los opositores, en la figura principal del héroe de la Restauración, General Gregorio Luperón y con Buena Ventura Báez, cabezas de los partidos Azul y Rojo respectivamente.

 

Por esto, podemos observar en cuanto a los Liderazgos y las Tasas de Rechazo, que desde antes de ser las mediciones de las simpatías electorales (éstas comenzaron a hacerse a partir del año 1989) en nuestro país una forma de saber el posicionamiento o la popularidad de los aspirantes presidenciables, ya “a ojo de buen cubero”, desde el siglo XIX, cuando se comienzan a afianzar los lideres de una era, tipo Ulises Hereaux (Lilís) por ejemplo, se podía notar que muchas gentes los seguía y defendía hasta con su vida, mientras que en otros generaba rechazos significativos y frontales.

 

Este mismo fenómeno del liderazgo con tasa de rechazo lo seguimos notando más de medio siglo después, en los años de 1930 a 1961, con la influencia, poder y el terror que infligió el sátrapa Rafael Leónidas Trujillo al pueblo dominicano, donde era innegable el liderazgo que poseía en una masa importante del país, pero también generaba y genera aún un desprecio bien enconado.

 

Luego en una etapa de mucho más tolerancia democrática, con sus altas y sus bajas, surge la figura del doctor Joaquín Balaguer, desde el año 1961 hasta el 2000, donde siempre estuvo en el poder, exceptuando los períodos; 1978-82, 1982-86 y el 1996-2000, y quién cuestiona el indiscutible liderazgo de este hombre, así también debemos reconocer, que generaba una franja más amplia y radical de los que cuestionaban irracional y sectariamente su aceptación  en la población; cumpliéndose así el axioma de “las dos Alas de un mismo pájaro; liderazgo con popularidad y la tasa de rechazo.

 

En ese mismo tenor del liderazgo con una importante tasa de rechazo, encontramos las figuras del profesor Juan Bosch y la del doctor José Francisco Peña Gómez, que aunque el primero estuvo en el poder por un breve plazo de 6 meses (hasta el 25 de septiembre de 1963), y Peña Gómez nunca llegó a alcanzar la presidencia de la República, pero después de los años del 1960, estos dos liderazgos fueron en crecimiento, tanto en popularidad como en las influencias políticas en el país, por lo cual, los sectores contrarios también crecieron de forma importante, cumpliéndose nueva vez las hipótesis de los fuertes liderazgos conjuntamente con tasas de rechazos determinantes.

 

Entonces, es entendible cuando se desnudan estas teorías evidenciadas en las prácticas, que el líder más ventajoso de las herencias bochista, reformista y perredeísta, de las cuales tiene influencias y parecidos, además de un estilo propio, tenga que cosechar tasa de rechazo importante, pero siempre ligada a un liderazgo y una popularidad nada desdeñables, nos referimos obviamente, al doctor Leonel Fernández, un líder nacional e internacional, de la “A a la Z”.

 

Por eso, en este contexto, vamos a ir observando que el licenciado Danilo Medina ha entrando en la etapa de que su Tasa de Rechazo tienda a crecer y endurecerse, toda vez que su liderazgo se sigue elevando y afianzando frente a los opositores y también internamente, o sea, que la popularidad junto a un liderazgo decisorio nunca andan solas, los opositores siempre existirán en mayor o menor medida.

 

Por lo tanto, si su liderazgo con buena popularidad mantiene niveles de rechazo ínfimo, analice la base de sus fortalezas políticas, ya que las mismas pueden ser débiles o esporádicas.

 

Esta situación del líder con su aparejada tasa de rechazo, es una situación que se presentó incluso antes de la llegada del Mesías, Jesucristo, y con él, que es considerado el hombre ideológicamente más influente que ha existido en la humanidad, por lo cual generó tanto rencor y odio en una parte importante de la población y en los niveles de mandos superiores, que degeneró en sus contrarios por el crecimiento y la influencia que venían ejerciendo sus palabras, eliminarlo físicamente, pensando que borrarían sus mensajes divinos, pero aconteció todo lo contrario.

 

En conclusión, en las dos alas de un mismo pájaro; el Liderazgo y la Tasa de Rechazo, las cuales son siamesas, solo que usted debe cuidar que la mala no supere la buena, es decir, siempre mantenga su liderazgo con buena aceptación.

 

¡El que mantiene un liderazgo con buena aceptación ante una veleidosa tasa de rechazo, el poder siempre le acecha!

 

 

 

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